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HUMAN TALK

HACE MUCHO YA...

Human - el regreso

12/5/2020

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Hace casi tres años que el Human que hay en mí parecía haber desaparecido. Llevo unos días pensando en volver a escribir otra vez y aquí estoy. Pero en un principio creía que quería hacerlo para que los demás supieran qué ha sido de él. En realidad, ahora me acabo de dar cuenta de que quizás estoy escribiendo para enterarme yo mismo de qué ha pasado.

Todo cambió el 7 de Octubre del 2017. Recuerdo, justo un día antes, un atropellado concierto online que realicé para promocionar el lanzamiento de mi disco. Digo atropellado, porque en un cambio de última hora tuve que lidiar con aquel imprevisto que se presentó y revolucionó todos los planes previstos. Aquel imprevisto que nos obligó ese día a cambiar un vuelo, hacer las maletas y preparar un viaje para esa misma madrugada. En medio de esa vorágine me conecté online, cogí la guitarra y me puse a cantar/contar como si nada pasara… cuando las luces se encienden nada importa. 

Al día siguiente, un mes antes de lo previsto, nace mi hija Abril y a partir de ese momento mi vida cambia por completo. Y no me refiero al típico cliché de “es que un hijo te cambia la vida”. No se trata (sólo) de eso.

Lo que ocurrió es que de nuevo sentía que me enfrentaba a una nueva “reencarnación” de mí mismo. Ya cerca de los cuarenta, la vida me había puesto en una tesitura en la que me obligó a demostrar si aún quería mi sueño y le planté cara. En eso estaba cuando el destino me propuso esta aventura de la paternidad y yo, por supuesto, como siempre he hecho con el destino, dije que sí sin achantarme.

Y llegó Abril. Y me entregué totalmente a mi nueva aventura. Yo no le pertenezco a ella, ella no me pertenece a mí. Pero ambos nos elegimos en algún momento. Si alguien te elige como tu guía para llegar al mundo y completar su camino junto a ti, tienes que darlo todo. Y cuando has absorbido la vida como lo he hecho yo, cuando has VIVIDO, cuando has amado y te has sentido amado, cuando has pasado por muchas personas y muchas personas han pasado por ti, sabes que llegado a este punto, lo que toca es hacer lo que hay que hacer sin dejar interferir a egoísmos innecesarios. 

Y en eso he estado. Primero iban a ser unos meses, los primeros, cuando ella demandaba lo más esencial. Ahí incluso pudo coexistir mi mundo creativo y parte de mí mismo y mi mundo anterior por un tiempo. Había espacio para la creación ajena a Abril y hasta compuse varias canciones, cambié de trabajo, avancé… Pero después el tiempo pasaba y el pequeño experimento inicial se prolongó en el tiempo. De los meses pasamos al primer año, después el segundo… Y yo mientras tanto necesitando imperiosamente algo muy muy importante: tiempo. Tiempo para darme a Abril, tiempo para aprender con ella y de ella. Y me fui deshaciendo de cosas que ocupan mucho tiempo, me reservé, oculté la luz a todos para reservársela a ella. 

Quizás eso sería suficiente para saber dónde he estado. Pero además hay dos cosas fundamentales que también están anidadas en mi cabeza y que han definido en gran medida esta etapa.

La primera es mi certeza de que hay que vivir el presente, el momento, el instante que precede al siguiente instante, porque ahí es donde está la vida, la de verdad, la que hace feliz. Y hay que vivirlo cuando ese instante nos hace reír, cuando nos hiere, cuando nos enseña, cuando nos transforma. Hay que estar atentos para que no nos pille despistados con el piloto automático. Pero con un bebé ese presente es aún más alucinante porque se transforma continuamente. En nuestra vida de adultos el instante de hoy puede repetirse el mes que viene. En un bebé eso no es así. Cada instante es único y no te lo puedes perder porque eso sería de insensatos. Supongo que es así hasta los ¿dos, tres, cuatro años? No sé, aún estoy en el tercero. Y si tienes algo así de alucinante entre las manos de lo que embriagarte, es muy fácil decidir que todo lo demás puede esperar un poco. 

La segunda cosa es la certeza de que no estamos para siempre. Últimamente le he pedido una tregua a esta obsesión y parece que va mejor, pero hace ya unos años en los que la abrumadora realidad de nuestra existencia efímera define mi vida. Y esto te cambia porque cuando eres consciente de ello, ahí sí que te niegas a perderte ni un momento de la vida, porque sabes, y me refiero a SABES con mayúscula, que puede ser el último. Y por si acaso, ya que he tenido una vida maravillosa donde he pasado por muchos caminos, ahora es el momento de disfrutar de éste sin reservas, de la paternidad, del amor superlativo, de la creación más genuina.

Sin ponerme muy intenso, la verdad es que os digo que tengo una hija muy divertida, una vida muy divertida. Como a todos, también esta locura distópica que estamos viviendo ha cambiado mi vida y en mi caso me ha vuelto más ermitaño aún.
Antes hablé del destino. El destino podría decirse que es lo opuesto a la libertad. Pero claro, ¿quién marca el destino? ¿Fuimos nosotros antes de llegar aquí? ¿Es el cúmulo de nuestras decisiones, que van creando una red de posibles elecciones? ¿No sería entonces la libertad una cualidad del destino?

Antes también hablé de elegir. De que Abril y yo nos elegimos. Y yo soy una persona muy aplicada cuando me encomiendan una misión y a ello me he entregado sin reservas. Por supuesto, parte de mis impulsos vitales se han mantenido, siempre hay un porcentaje de tu energía vital que guardas para ti.

Pero si estoy escribiendo ahora esto, aquí, a ti, es que el destino, siempre caprichoso, me está insinuando que tome esa barca río abajo que me conduce a la certeza de una calma, o puede que a la incertidumbre de una tempestad o incluso al riesgo de una catarata al final del camino… pero al fin y al cabo que retome “más impulsos vitales” de mí mismo. Y, por qué no, del Human que hay en mí también.


Lo siguiente… pues imprevisible, como la vida misma, quizás muy pronto vuelva "la música"...​

Yo aquí permanezco expectante como siempre, para lo que me echen. 

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Y el álbum nació...

10/6/2017

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Como culminación de un año de promoción, trabajo, y mucho esfuerzo todo hay que decirlo, lanzó por fin al mercado mi primer álbum en solitario "El Artista No Invitado" .

El nombre no es sólo retórica: muchas veces me he sentido así. No siempre encajas en un mundo "normal" cuando simplemente quieres ser tú mismo. 

Después de los temas "Eterno Amor", "Libera El Animal" y "Esta Vez" cierro el ciclo (y comienzo otro) con la canción "¿Por qué mentirnos?" y con un video en el que se reúnen todos mi "alter egos" anteriores: - El HUMAN romántico y bueno de "Eterno amor", el más emocional, el que busca sentirte siempre a su lado y que tú le sientas.
- El HUMAN ampuloso de "Libera El Animal" escondido tras una máscara que no es más que una irreverencia por no tener miedo a ser diferente.
- El HUMAN ingenuo de "Esta Vez" que siente arraigado todo su pasado a su presente; el sofisticado simple chico de pueblo que anhela humildad.
- El HUMAN de "The Uninvited Guest", transgresor, sucio, libertino... el rebelde al que la sociedad no va a doblegar.

​"¿Porque mentirnos?" habla del renacimiento, de encontrarte contigo mismo y decirle a alguien, a tu pasado, a tu miedo, a tus lastres que no tiene sentido estar atado a aquello que no te haga feliz. Que debes dejarlo atrás y continuar creciendo, aprendiendo, equivocándote... disfrutando. Eso es vivir.

Gracias por estar siempre ahí. Si, tú. Gracias.
spotify:album:6EfY6oE0R30bF1WWCU4YD3
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Ser Libre - The Uninvited Guest

9/8/2017

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Después de un tiempo de descanso, vuelvo a estar activo... la música vuelve de nuevo a mí.

​Por fin puedo anunciar que el próximo Octubre sacaré por fin el disco. Como siempre cuento al dar noticias, el disco saldrá en inglés y en español y esto tiene un significado muy especial para mí.

Cuando volví a empezar de nuevo como artista independiente, decidí cantar en inglés. Me sentía más libre, sentía que mi sonido era más universal. Sentía que podía dejar atrás lo que había hecho hasta ese momento y que no habría canción prohibida.

De repente, cuando hice mi primera actuación, me di cuenta de que al cantar en inglés había enterrado una parte de mí, inocente y profunda; la que un día me impulsó a empezar escribir canciones y a aporrearlas en mi primera guitarra. Y quise también ser libre y enfrentar el pasado. Por eso decidí hacer una versión en español del álbum e incluir algunos temas antiguos.

Hoy presento la parte más transgresora que hay en mí. No sería algo completo si no os contara que la oscuridad me hizo ser quien soy. Que la transgresión me hizo saber que nadie tenía que decirme como ser, vestir, pensar... vivir. No sería algo completo si nos os contara que no sigo una moral hipócrita ni censuro mis instintos. No. No censuro ninguno de mis sentimientos ni deseos. Simplemente los vivo.

Las dos partes de mí mismo se encuentran en mi último video y debaten sobre el camino ideal.
​Yo simplemente os digo que sigáis el vuestro.

​
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Y llegó el día

6/30/2017

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Una vez tuve una tortuga que se llamaba Anthea. Un día desapareció sin más, sin ni siquiera decir adiós. Probablemente debí ponerme triste, pero yo sabía que Anthea era diferente a todas las tortugas del mundo. Como homenaje y despedida, aquel día le hice una canción para contar su historia, porque aunque sólo era una simple y lenta tortuga, su alma era libre y por eso yo sabía que ella sabía volar. No tuvo miedo de dejarlo todo atrás, recomenzar de cero y buscar su destino.

Hoy, al despertar, me he acordado de ella. Hoy ya hace más de una año que yo mismo me convertí en Anthea. Se suponía que mi destino ya se había escrito, que mi camino había terminado, que mi vida ya estaba confinada a un reducto estático y que mi sueño tenía que ser sustituido por una especie de sucedáneo estándar. Y entonces simplemente dije: NO. En calma, sin rabia, sin resentimiento, sin arrepentimiento por todo mi pasado. Simplemente dije que mi camino NO había acabado y decidí ser fértil de nuevo, decidí ser libre como Anthea y dejar mi alma volar sin miedos... y entonces nació THE HUMAN.

Hace tiempo que mi sueño no es una meta, sino un camino, así que por mi parte puedo deciros que mi sueño ya se ha cumplido. Pero...¡qué camino! Este año ha sido maravilloso y esta semilla ha ido creciendo poco a poco, como debía ser, como yo quería que fuese.

Hoy actuaré como THE HUMAN en un gran escenario por primera vez. Y a pesar de llevar media vida sobre un escenario, hoy soy virgen de nuevo, soy inocente, soy un simple humano. Hoy es un pequeño paso para THE HUMAN pero un gran paso para JUAN.

Gracias a todo los que lo habéis hecho posible. En especial a ti.

​Palabra de Human.
 



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THE HUMAN PRIDE

6/19/2017

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Parafraseando una frase de la saga X-men, me siento "Human and Proud".

El próximo 30 de Junio he sido invitado a formar parte de la celebración de WORLD PRIDE MADRID 2017 y tendré la oportunidad de estrenar en directo parte de los temas de mi próximo álbum "El artista no invitado". 

​La música siempre ha sido para mí una tabla de salvación. Siempre ha sido el instrumento para vencer el miedo.

​No se me ocurre mejor forma para combatir la ignorancia, la injusticia, el desamparo, la crueldad, la ligereza y el olvido que devalúan nuestra sociedad, haciéndola imperfecta, inarmónica, e incapaz de aceptar la diferencia.
No hay mejor forma para abrazar y luchar por el respecto a la diferencia que desde la sonrisa, la alegría y la celebración.

Siéntete orgulloso.

​Puedes consultar toda la programación aquí:
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Demasiadas personalidades en un sólo Human

6/6/2017

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"The Human Productions" presenta su primer cortometraje. Aunque esta historia es real, algunos nombres y lugares han sido cambiados para proteger la identidad de sus verdaderos protagonistas.

Comprende el verdadero valor de un héroe solitario en "American Horror Promoción" by The Human. 


"¿Nadie dijo que iba a ser fácil verdad?"
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Human y poco más

5/11/2017

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A veces escribo y hablo de cosas pequeñas, tontas, importantes, dulces, amargas, futuras, pasadas, de mí, de ti, de todos... de nadie.

Hoy canto. Como cuando nací, sin adornos ni resguardo.
Siendo lo que soy.
No queriendo ser otra cosa.
No deseando ser otra cosa.
Siendo demasiado.
Siendo el animal que nunca he escondido.
Siendo... eternamente... Human



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No pienso en ti

3/22/2017

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Ok, reconozcámoslo: soy una mala persona porque pienso en mí antes que en los demás.

Soy como el sol que no se plantea si salir o no para aquellos que no quieren despertar.
Como un sueño que sucede sin que lo controlemos.
Como el rocío en la mañana que surge sin demora.
Como el tiempo, que pasa ajeno a nuestro deseo de permanecer.
Como un deseo que nace y da igual que nos haga daño porque no se pueda hacer realidad.

Soy como el amor, que sucede y no le importa la palabra “conveniente”
Como un suspiro que se burla del necio.
Como la luna que se transforma a su antojo.
Como las hojas que caen en otoño contra aquel que espera su cobijo.
Como el amanecer que siempre llega… como el anochecer.

Soy como la madre que simplemente ama al hijo sin importarle nada más.
Como la luz que viaja y nunca se detiene.
Como el universo en expansión, inmutable, a su ritmo, por mucho que vaya a suponer algún día nuestra desaparición.

Soy como el calor, la risa, las cigüeñas, el dolor, el cartero, la prostituta, las mentiras, las verdades, el silencio y la palabra, la soledad, el fuego, el agua, el cielo, el lunar de tu boca, la imperfección de tu tonta mirada, la desazón del sabio entre ciegos, la libertad del loco entre cuerdos.

Todo sucede sin importar lo demás. El mundo es egoísta y yo también.
Todo sucede por deseo de ser, deseo de amar, sin necesidad de ser amado para ocurrir.

Por eso pienso en mí… para poder ser algo en los demás.


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Cumpleaños Feliz: el día de las cosas pequeñas

3/2/2017

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Hoy, el día de mi cumpleaños, me ha pasado lo mismo que me pasa con los cumpleaños de casi todo el mundo: me lo ha recordado Facebook.
 
En realidad es un pista que me hace saber que he conseguido lo que siempre he querido, y que no es otra cosa que convertir todos los días en el día más especial de mi vida, no sólo el día de mi cumpleaños.
 
Hoy, en el día de mi cumpleaños, no voy a quejarme de las arrugas y las pocas ganas de ser más viejo, de querer parar el tiempo. Hoy voy a hacer un día más, como lo hago cada día. Hoy incluso puede que en algún momento me emocione si alguien me da una sorpresa… pero por dentro no será la emoción de “qué bien que he cumplido años” si no de que permanezco aquí cumpliendo años y no me he ido todavía.
 
Para muchos probablemente les de miedo pensar así. Para mí me da paz, me da alegría ser consciente de lo maravilloso que es estar vivo y de continuar aquí un año más, cinco, diez, veinte… de igual, venimos y nos vamos.
 
Hoy quiero celebrar que voy a intentar dejar un día más una huella en esta vida dando amor, comprensión, creciendo interiormente, retando a los demás, intentando ayudar a los demás, intentando dar más de mí mismo escribiendo, hablando, riendo, cantando, dando un beso grande, un abrazo, dando una sonrisa, estando aquí, estando ahí… en las pequeñas cosas.
 
Sé que algún día cuando me vaya, si alguien me dijera que puedo volver de nuevo a la vida, estoy seguro que pensaría en las pequeñas cosas… en volver y poner una lavadora,  fregar el cuarto de baño, levantarte un domingo y abrazar a la persona a la que amas, la rutina de cada día, el trabajo, los atascos, las colas en el supermercado… estoy convencido de que estaría deseando volver a hacer todas esas estupideces maravillosas que nos hacen ver que estamos vivos de verdad.
 
Hoy no sólo es el día de mi cumpleaños. Es el día de las pequeñas cosas y voy a disfrutarlas con el espíritu de un niño.


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El pecado de ser diferente

2/26/2017

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Dar testimonio puede ser una forma de concienciar al mundo de cuáles son los errores que no debemos volver a cometer y de cómo nuestra sociedad puede ser mejor. Fue lo que pensé ayer mientras escuchaba la radio y hablaban de casos de niños acosados.

Con el tiempo miro al pasado y recuerdo ciertos momentos con pena. Miro desde fuera, desde otra perspectiva, al niño que fui y me transmite tanta ternura y, a la vez, tanta rabia el sufrimiento gratuito que a veces ese niño vivió.

Recuerdo un día… Había terminado el curso (no puedo recordar cuál en concreto) y por fin se publicaban las notas. Era una soleada mañana de Junio y yo había desayunado feliz, embobado con los dibujos animados, y estaba ansioso por ir al colegio a comprobarlas. Como hacía calor, me mojé el pelo y me peiné (me repeiné más bien) y con una camiseta de tirantes, un pantalón corto y unas sandalias salí al mundo. Calle abajo canturreaba y alzaba mi cara para disfrutar del sol.

Al llegar había niños, profesores, padres… yo pasé entre ellos emocionado y absorto en mi mundo. Continué directo al tablón de las notas y busqué ansioso mi nombre. Con toda la ilusión del niño que era, fui sonriéndome por aquellos notables y sobresalientes que tanto esfuerzo me habían costado y me sentía pleno porque la recompensa merecía la pena.

Cuando iba a darme la vuelta para buscar a mis amigos, sentí un tremendo dolor en el muslo izquierdo. Proferí un grito contenido y me volví sobre mis pies. Al tocarme con la mano comprobé que tenía clavada una espina de 5 centímetros en la pierna. La saqué enmudecido por el dolor. Un chorro de sangre comenzó a brotar y puse la espina, ahora enrojecida, sobre la palma de mi mano sin entender que había pasado. Entonces alce la vista y, a pocos metros de mí, cuatro chicos estaban riéndose y señalándome con el dedo.

En ese momento se terminó mi día soleado. Se acabó mi canturreo. Se terminó mi ilusión por las notas de fin de curso. Se volvió a ensombrecer el mundo de un niño inocente que de nuevo era dañado sin motivo. Simplemente se volvió a romper en mil pedazos mi corazón; una vez más…

Con pena y rabia cerré el puño y atrapé aquella espina. Me recompuse y contuve las lágrimas y el dolor. Sabía que si decía lo que había pasado a alguien sería mucho peor, o que probablemente todo el mundo se iba a reír de mí. No, lo mejor era agachar la cabeza y huir. Cojeando, atravesé el colegio y volví a casa a encerrarme en mi cuarto.

Esto que os cuento sólo es una pequeña anécdota de lo que puede sufrir un niño por ser diferente. De lo que puede sufrir A DIARIO, constantemente en su vida y que les hace no querer salir al mundo para evitar sufrir. Es muy triste. Tan triste…

Por suerte, en mi ADN traía una fuerza innata, una energía que me permitió con los años dejar atrás aquella etapa y recomponerme. Pero no todos tienen esa suerte. Hay niños que toda su vida se convierten en adultos con miedos e inseguridades. Hay algunos que se intentan suicidar. Y algunos que lo consiguen.

Pero no son los niños los culpables sino los adultos, que permitimos que esta sociedad los eduque en el miedo a la diferencia. Cuando esos niños se ríen del gordo, del gafotas, del friki, del marica, del empollón, sólo reflejan lo que sus padres le enseñaron: “destruye todo lo que sea diferente a ti, porque lo diferente puede poner en cuestión tu modo de vida y los seres humanos no queremos cuestionarnos nada que nos haga sentir inseguros.”

Para no dejaros mal sabor de boca, os contaré otra anécdota. Un par de años después (yo debería tener unos 14 años), cuando ya había dejado atrás el miedo y había decidido que nadie iba a hacerme daño jamás por ser diferente, me crucé con uno de esos niños crueles. Íbamos cada uno a un lado extremo de la calle. Él, pobre ingenuo, volvió a insultarme como hacía siempre que me veía. Él, aquel día, desconocía que yo ya no era ya el Juan indefenso, sino que me había convertido en el creador de mi propio mundo.

Me cambié de cera, me acerqué a él y le agarré del cuello. Con una fuerza que salió de no sé dónde, le levanté dos palmos del suelo y mirándole a los ojos le pedí que volviera a repetirme a la cara lo que acababa de decir… Aquel chico lloriqueó y balbuceó algo parecido a un perdón. Lo bajé de nuevo al suelo sin dejar de mirarle a los ojos y, al liberarle, salió corriendo con el rabo entre las piernas.

Jamás se atrevió a mirarme a los ojos nunca más.


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