Una vez tuve una tortuga que se llamaba Anthea. Un día desapareció sin más, sin ni siquiera decir adiós. Probablemente debí ponerme triste, pero yo sabía que Anthea era diferente a todas las tortugas del mundo. Como homenaje y despedida, aquel día le hice una canción para contar su historia, porque aunque sólo era una simple y lenta tortuga, su alma era libre y por eso yo sabía que ella sabía volar. No tuvo miedo de dejarlo todo atrás, recomenzar de cero y buscar su destino.
Hoy, al despertar, me he acordado de ella. Hoy ya hace más de una año que yo mismo me convertí en Anthea. Se suponía que mi destino ya se había escrito, que mi camino había terminado, que mi vida ya estaba confinada a un reducto estático y que mi sueño tenía que ser sustituido por una especie de sucedáneo estándar. Y entonces simplemente dije: NO. En calma, sin rabia, sin resentimiento, sin arrepentimiento por todo mi pasado. Simplemente dije que mi camino NO había acabado y decidí ser fértil de nuevo, decidí ser libre como Anthea y dejar mi alma volar sin miedos... y entonces nació THE HUMAN. Hace tiempo que mi sueño no es una meta, sino un camino, así que por mi parte puedo deciros que mi sueño ya se ha cumplido. Pero...¡qué camino! Este año ha sido maravilloso y esta semilla ha ido creciendo poco a poco, como debía ser, como yo quería que fuese. Hoy actuaré como THE HUMAN en un gran escenario por primera vez. Y a pesar de llevar media vida sobre un escenario, hoy soy virgen de nuevo, soy inocente, soy un simple humano. Hoy es un pequeño paso para THE HUMAN pero un gran paso para JUAN. Gracias a todo los que lo habéis hecho posible. En especial a ti. Palabra de Human.
1 Comentario
Mamen Gragera Maya
6/30/2017 16:04:42
Mucha mierda, como se suele decir.
Responder
Deja una respuesta. |
Juan Lobón
The human, o la soportable levedad de ser simplemente uno mismo Archivos
Diciembre 2020
Categorías |